«Cuesta tener la oportunidad de demostrar tu saber hacer»

Sobre ti…

Me llamo Liliana Gómez Simarro. Tengo 40 años y soy de Sant Cugat del Vallès, en Barcelona.

Estudié Relaciones Laborales y he trabajado en el departamento laboral de una Fundación.

Como aficiones, me gusta la fotografía y la música.

Sobre el párkinson…

Me diagnosticaron el párkinson hace 10 años, pero llevaba dos años con temblores. Tenía 30 años recién cumplidos y en cierto modo, que te digan lo que tienes alivia y al mismo tiempo se te cae el mundo encima.

Había oído sobre la enfermedad, pero nunca piensas que tu la vas a sufrir. He tenido el apoyo de la familia y los amigos. Mis padres lo han pasado peor que yo. Creo que asumí demasiado bien el diagnóstico.

Me costó tiempo ir a la Asociación de Párkinson de Sant Cugat. Tenía entre miedo y curiosidad. Y al final el sentido común manda y sabes que tarde o temprano necesitas conocer a personas que tienen tu misma enfermedad.

Sobre el empleo…

Después del diagnóstico trabajé 7 años, más o menos. Nunca tuve ningún problema ni con los compañeros, ni jefes ni clientes. Al ser un trabajo de oficina iba haciendo más o menos rápido las tareas.

Lo peor fue cuando empecé con las distonías por las mañanas y cambios de medicación. Pero en la empresa fueron comprensivos y tenía un margen para entrar y salir.

Pero llega un punto en que no eres eficiente ni rentable. Y el no entender la enfermedad y los prejuicios hacen que te inviten a que cojas el paro… así, tal cual.

Por suerte, pude tramitar la incapacidad y me la concedieron al año. Pero yo me veía en el paro y sin trabajo. Porque no es fácil que te den oportunidades laborales a no ser que reciban una subvención. Y todo y así, cuesta tener la oportunidad de demostrar que puedes aportar tu trabajo y tu saber hacer a la empresa.

Creo que a la Administración no le interesa regular estas cuestiones. A las empresas les motiva si les dan una subvención, pero tiene que ser atractiva sino ni se molestan. Si te dan la oportunidad pienso que no te van a dar un puesto de trabajo acorde a tus estudios o experiencia, por miedo, por prejuicios, porque nadie se molesta en saber ni en explicar en qué consiste el párkinson.

Tendría que cambiar la sociedad y eso es muy difícil.

También nosotros tendríamos que creer más en nuestras posibilidades. Creo que llega un momento en que piensas que ya no eres útil y no es verdad. Se ha de aguantar hasta que no se pueda más. Pero no tirar la toalla antes de tiempo.

El párkinson te cambia la vida pero es una enfermedad muy psíquica. Y hemos de ser fuertes ante eso y no desfallecer. Creo que todos somos más fuertes de lo que pensamos y podemos vencer a la enfermedad ante las dificultades que se nos pongan delante.


Liliana Gómez


2 comentarios en ««Cuesta tener la oportunidad de demostrar tu saber hacer»»

  1. Más que psíquica diría que es neuropsiquiátrica y absolutamente física, porque lo psiquiátrico tiene un origen físico, o es que el cerebro no es orgánico? Tener poca concentración porque estás pasando una etapa de estrés en tu vida no es lo mismo que tener poca concentración porque el cerebro NO TIENE la dopamina necesaria para concentrarse. Dicho esto, me interesa saber si el tipo de trabajos que se ofrecerían se adaptaría a nuestras horas de descanso, ritmo, velocidad y características neuropsiquiátricas. Capaces somos, pero en mi caso necesito unas condiciones óptimas.

    1. ¡Hola, Teresa!

      Muchas gracias por escribirnos y por seguir Contrato Humano. Desde luego el párkinson tiene las características que comentas. En la entrada, nos tomamos la libertad de interpretar, Liliana hace referencia a la parte psicológica del afrontamiento del diagnóstico, sin quitar peso en ningún caso a la parte neuropsiquiátrica.

      En cuanto a tu pregunta, el objetivo de Contrato Humano es la sensibilización, ofrecer información que pueda acercar a las empresas y equipos de trabajo la realidad del párkinson. Sobre todo, conseguir el ambiente de confianza e inclusión que dé lugar a conversaciones y un análisis de la situación y necesidades de cada persona afectada, que la empresa pueda ofrecer las adaptaciones pertinentes y la persona tenga la oportunidad de decidir hasta qué momento trabajar. Por supuesto cada caso será diferente.

      Gracias, Teresa. Seguimos en contacto.

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